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por **Palito** Miér Feb 01, 2017 11:03 pm

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por **Palito** Jue Feb 02, 2017 5:58 pm

Código:: <center><div style="width: 600px; height: auto; border: 2px double #000000; background: #d5d3d1; color: #000000; font-family: Times New Roman; font-size: 13px; text-align: justify; padding: 10px; overflow: auto;">Apenas había dirigido aquella mirada coqueta de su parte y el haber soltado sin miedo alguno aquella risa que tanto le caracterizaba, su mirada se había clavado por completo sobre la mesa de trabajo que yacía frente suyo. Hasta el momento no hubo un ser capaz de colocarlo en una situación bastante incómoda; siempre tenía un az bajo la manga como para librarse con facilidad del momento y actuar como si nada hubiese pasado. Sin embargo, ese ángel en particular tenía las mil y unas razones para confundirlo de una manera tal que siquiera él mismo era capaz de entender. ¿Estaba consciente de lo que sentía por Kirite? Sí, lo estaba; ¿Estaba al tanto de que el ángel luego de pronunciarle aquellas palabras lo decía de una forma verídica que era imposible pensar que estaba bromeando con él? Sí, lo estaba y en perfecto estado. No era la primera vez que alguien se le confesaba de esa manera, pero siempre el alfraude daba una negativa como respuesta independientemente de lo que realmente sentía hacia la otra parte. [i]Tenía miedo a las relaciones amorosas, sí, y era algo del cual no se daba el lujo de decírselo a absolutamente nadie.[/i] Las experiencias vividas en tan sólo veinticinco años fueron lo suficiente como para tener esos pensamientos radicales y no permitirse siquiera un mísero segundo en satisfacer en lo más mínimo sus deseos. Buscó una excusa suficiente como para no rechazarlo en ese momento y creyó que con ello iba a funcionar… pero se equivocó. La insistencia que el ángel le anteponía era tal que era digna de admirar. Dejó otro conjunto de diez flores en paz una vez que el albino mencionó su nombre, siendo lo suficiente como para dirigirle la mirada de nuevo y dignarse de una vez por todas a no escapar de la situación. Su muro en ese preciso momento lo era Kirite y saltarlo era una misión que le resultaría algo difícil; sabía que ya no debía esquivar el hecho de vivir físicamente e inclusive psicológicamente lo que es amor y no quedarse sólo con el “Estoy enamorado de…” y no avanzar como correspondía. Sus ocelos quedaron prácticamente pegados ante la delicadeza que el semblante ajeno desprendía por sus poros, esas mejillas teñidas al rojo vivo que era capaz de ver a pesar de que la cabeza ajena después de unos segundos se agachara evitando que le viese; era algo inevitable para el azabache ignorar a ese precioso ángel que se cruzó en su vida prácticamente por arte de magia. La dulce voz del ángel se introducía suavemente a sus oídos y provocar con ello que la misma retumbe en el interior de su mente insistentemente, como si con ello fuese el suficiente labor como para no olvidar jamás esos términos y, por una vez, tomar consideración de ello. [color=#ff6600]— …Kirite.—[/color] Fue lo primero que llegó a atinar en ese preciso momento, nublando su mente por completo al no saber exactamente que decir; el ángel le dijo realmente lo que sentía y lo pude ver claramente en las palabras que este fue capaz de pronunciar. A pesar de que las frías manos de este se hayan situado sobre su rostro no sabiendo si intentaban despertarlo con ello o no. Su mirada se mantuvo neutra, completamente neutra como si con la misma no expresase en lo más mínimo lo que por su mente pasaba en ese preciso instante. Sus labio se encontraban completamente sellados, provocando con ello no dar alguna respuesta de su parte como para tranquilizar al querubín; era un detalle muy evidente el nerviosismo que este tenía y era sorprendente que el muchacho de ojos azules no le dijese algo como para ofrecerle una mano y calmar esa marea de sensaciones que el contrario tenía. Poco a poco comenzó a sentir las suaves caricias que las delicadas palmas ajenas le otorgaban a sus mejillas, entregándose por completo a la sensación que estas tenían. Hasta el momento nadie fue capaz de tocar al alfraude esa manera a pesar de que este realmente lo deseaba pero que no se atrevía a decirlo. Sus ojos se cerraron por completo ante el suave estímulo, no percatándose del hecho de que el ángel se acercó lentamente hasta su rostro, y con un toque suave pero tembloroso rozar sus labios con los propios otorgándole de su parte un beso inocente, un beso de esa índole que no recibía hace mucho tiempo. Aquel movimiento por parte del muchacho le había sorprendido y demasiado, por su cabeza jamás se cruzó la idea de que este hubiese sido capaz de actuar de esa manera. Ambos luceros de su persona se abrieron hasta la máxima capacidad que tenían, cambiando por completo su semblante relajado por uno de absoluto desconcierto, sin embargo, aquel adorable detalle del más bajo en lugar de disgustarle se sintió en cierta parte avergonzado por ello, ocasionando que sus mejillas se tiñan de un carmesí tenue, tan tenue que a pesar de la palidez de su piel era poco reconocible o percatarse de ese detalle. Su diestra, sosegada, se aproximó hasta sus labios y rozar con la yema de sus dedos los mismos como si con ello fuese suficiente comprobante de lo que acababa de ocurrir segundos atrás, confirmando que no fue una mala jugada de su mente o algo por el estilo. Apretó con fuerza sus labios antes de asentir con mucho cuidado con su cabeza en respuesta, dejando que el albino asiera su mano; no dijo nada, tampoco quiso hacerlo, sabía perfectamente que el ángel no quedaría con esa interrogante por decir, había más palabras que este quería articular y el alfraude no deseaba interrumpir las mismas con sus términos. Le otorgó indirectamente los minutos necesarios para que el querubín dijese todo lo que pensaba, sentía al respecto creyendo que con ello iba a obtener suficiente motivación como para ignorar siquiera una vez en la vida ese estúpido ‘temor’ que sentía hacia relaciones de esa índole. Adoraba a esa persona que se encontraba situada frente suyo, demasiado se podría decir, a tal punto que perderlo iba a ser el peor castigo que alguien le pudiese dar. [i]Su cariño se evocaba exclusivamente a ese puro ser que era la primera vez que admitía por sí mismo ese sentimiento sin que nadie le diese su opinión al respecto.[/i] [i]“[color=#ff6600]Maldición… nunca pensé que llegaría a este punto.[/color]”[/i] Maldijo en lo más profundo de su consciente antes de, aprovechando que su mano aún permanecía aferrada al agradable contacto que la mano ajena le proporcionaba, jalar del más bajo lo suficiente como para provocar que el cuerpo de este choque contra el propio rodeando la cintura ajena con uno de sus brazos otorgándole de esa manera un abrazo de su parte, manteniendo el agarre de su palma en un principio. Su mirada se vio ligeramente afilada, clavándose por completo en las iris de color dorado del joven [color=#ff6600]— Fuiste más claro que el agua, Kirite.—[/color] Inconscientemente, una sonrisa se dibujó en su rostro tras pronunciar aquellas palabras, suavizando por completo su semblante pero que aún mantenía esa mirada sobre el contrario. [color=#ff6600]— Hasta el momento, nadie luego de recibir aquellas palabras de mi parte se animaba a insistir con ello ¿Sabes? Y apareces luego para decirme todas esas cosas, obligándome a escuchar atentamente cada una de ellas y, además, que tomases semejante atrevimiento al momento de darme ese ‘beso’, muy mal de tu parte, ángel. Muy mal.—[/color] Negó lentamente con su cabeza, librando de una vez por todas la mano ajena de su fuerte agarre sólo para trasladar la misma hasta situarla detrás de la cabeza ajena, enredando suavemente sus dedos entre los blancos cabellos del más bajo [color=#ff6600]— No me dejas otra opción más que sincerarme por completo contigo—[/color], hizo una breve pausa para dejar que un ligero suspiro escapase de sus labios, [color=#ff6600]— Me alegra y demasiado que no tomes esta situación a la ligera porque yo no lo hago, jamás lo hice. No suelo avanzar un centímetro hasta confirmar todas las inseguridades que llevo dentro de mi cabeza, siquiera uno pero luego de varios años de soledad llegas tú a mi vida en un tropiezo logrando con ello que, con tus ocurrencias y torpezas, dieras luz a esa vida que poco a poco se me iba apagando resultándome imposible que no piense en ti día tras día… Kirite, a pesar del poco tiempo que llevo conociéndote fuiste capaz de provocar que dentro de mi ser surgiesen sentimientos que se encontraban ocultos por demasiado tiempo ¿Algo mediocre? No lo creo y mucho menos insignificante.—[/color] Aproximó su rostro hacia el ajeno, dejando que la única distancia existente entre ambos fuese unos míseros centímetros entre sus labios. Su ritmo cardíaco que iba aumentándose gradualmente estando en compañía del ángel aumentó de golpe, temiendo que el contrario se diese cuenta de ese detalle. Sus ojos observaron momentáneamente los delicados labios del joven antes de dirigir los mismos hacia los ocelos de este y, dibujando una sonrisa sutil por cuenta nueva, musitar [color=#ff6600]— … Me gustas, Kirite. Me gustas y demasiado; debes hacerte responsable de mis sentimientos hacia tu persona, no fallándome en ningún momento ¿Bien?—[/color] Jamás pensó que algún día iba a ser capaz de decir aquellas palabras y mucho menos decirlas a un ser que apenas conocía su nombre; sin embargo, este ser fue capaz de cautivar por completo al alfraude con esa forma adorable de actuar que siempre tenía. Negar el hecho de que se sentía un tonto en comparación al ángel sería una gran mentira de su parte. Poco a poco fue cortando esa mínima distancia que había entre ellos, aproximando sus labios hacia los ajenos con absoluta tranquilidad. Aseguró su agarre sobre el cuerpo del albino evitando que este intente alejarse de su persona en ese preciso momento; sus ojos, conforme la cercanía aumentaba, se cerraron hasta ser capaz de sentir la calidez y dulzura que desprendían los labios ajenos con tan sólo un ligero toque. El azabache dejaba suaves y cortos besos sobre los mismos, deleitándose por completo ante la caricia que el albino le regalaba incitándole con ello a que tenga un trato delicado con el ángel. </div></center>

por **Palito** Dom Mar 05, 2017 4:29 pm

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por **Palito** Dom Mar 12, 2017 2:04 am

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Código:: <center><div style="width: 300px; height: auto; border: 6px double #ffffff; background: #d5d3d1; color: #000000;font-family:'Utsaah'; font-size: 16px; text-align: justify; padding: 10px; overflow: auto;">De: Nombre de tu personaje. Para: Mensaje: Contenido.</div></center>

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